Fotografía: Lidia Aroca
Fotografía: Lidia Aroca
De
los ingresos totales alcanzados durante toda esta cadena de comercialización,
sólo cerca del 5% llega a los campesinos y campesinas de los países del sur,
cantidad que depende de la fluctuación internacional de los precios. El cacao
junto con el café, son los productos peor pagados y, por tanto, sus productores
son de los más pobres del planeta. Además, los más pequeños de la casa suelen
trabajar en los cultivos de cacao. La explotación infantil, la discriminación sexual y los
trabajos forzados se suelen registrar en estas fincas.
Desde
el punto de vista ambiental, las producciones se encuentran en bosques de alto
valor ecológico: bosques lluviosos tropicales. Por ello, cualquier actuación
que se realice en estos espacios tiene considerables efectos ambientales. Tal
es el caso de la aplicación de pesticidas sobre los cultivos de cacao, pues su
cultivo tiene gran impacto sobre la biodiversidad en estas zonas. La presión
sobre los bosques y el impacto generado en estos territorios dependen de las
políticas comerciales y la liberalización económica.
¿Qué
podemos hacer entonces?
Desde
EnClave pensamos que no todo es siempre negro, ¡hay alternativas!
En
este caso os proponemos:
- Intentar
reducir el consumo de cacao, o incluso dejar de consumirlo: ¿habéis probado la crema
de algarrobo? Es muy similar a la de cacao para untar que tanto nos gustaba
cuando éramos pequeños. Pues está deliciosa y, por ejemplo, nuestros amigos del
Güecológico la producen aquí
cerca, en Guadalajara.
- Comprar el chocolate en ONG’s de comercio justo como Setem, Oxfam o IDEAS, que nos aseguren unas
condiciones laborales y sociales justas.
- Adquirir siempre cacao ecológico.
Os
recomendamos también la lectura de dos estudios muy interesantes sobre el mercado del cacao a
nivel mundial:
- La sostenibilidad de la cadena del cacao: Problemáticas y posibilidades en el sector del cacao y el chocolate, elaborado por Oxfam en mayo de 2008.