Con la idea de consumir productos de CALIDAD, ECOLÓGICOS y mediante un MERCADO diferente, comenzaron a surgir a principios de los 80 en España Asociaciones y Cooperativas de Consumo de Productos Ecológicos. En los últimos 10 años ha crecido de un modo considerable el número de personas que consumen de este modo. Según el Estudio realizado por el MAGRAMA en 2012 “Caracterización del mercado de productos ecológicos en los canales especialistas de ventas”, cerca de 25.000 familias se alimentan ya a través de Asociaciones de Consumidores.
Se podría definir básicamente un GRUPO DE CONSUMO como un conjunto de personas
que se reúnen con la idea de consumir productos ecológicos, a través de un
modelo asambleario y con una estructura horizontal y participativa. Se realizan
pedidos directos a los productores, que se reciben periódicamente en un espacio acordado.
El colectivo se configura en torno a la idea de realiza un consumo Agroecológico
y trabajar por la Soberanía Alimentaria. Es decir, por lo general, va más allá
del propio consumo de productos ecológicos:
- Se establece una relación directa con el productor, basada en criterios de confianza, compromiso y comunicación.
- Se decide un precio justo para el productor y el consumidor.
- Se participa de un consumo responsable, teniendo en cuenta factores tales como el tipo de envasado del producto, la preferencia por la producción local o el consumo de alimentos de temporada.
- Se apoya la conservación del empleo en el medio rural.
- Se prioriza los pequeños productores frente a las entidades empresariales tradicionales.
- Y se establece como una herramienta de transformación social que sobrepasa el propio consumo ecológico. Se persigue la transformación del modelo económico de consumo actual.
Son muchas las iniciativas que están funcionando en este sentido. Así, en
Madrid, podemos destacar la Red Autogestionada de Consumo (RAC), la Red Agroecológica de Lavapiés (RAL) o la Garbancita Ecológica, entre otras muchas.